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sábado, 19 de septiembre de 2009

La cultura pop otaku se convierte en un fenómeno mundial

En el siguiente reportaje se respetan todos los aspectos del texto original, se han copiado tal cual fueron puestos por sus autores, se incluyen de igual manera los créditos a sus propios autores.

La cultura pop otaku se convierte en un fenómeno mundial


Patrick Macias
Escrito por: Takahashi Hidemine Fotos de Akagi Koichi



En japonés se llama otaku a la gente que muestra un interés absorbente por la cultura pop, sobre todo por las películas de animación (anime), los cómics (manga) y los videojuegos. La palabra está empezando a formar parte del vocabulario internacional, como antes “karaoke”.

Con una distribución de 100.000 copias, la revista norteamericana OTAKU USA contribuye a la difusión de ese término en el extranjero. La publicación profundiza tanto en el mundo de la cultura pop japonesa que sorprende incluso a los otaku japoneses, y ofrece desde las últimas noticias de anime y comentarios sobre películas de animación japonesas antiguas hasta entrevistas con creadores de anime y reportajes sobre el estilo de vida de los otaku japoneses.




La revista OTAKU USA transporta a los lectores en inglés al mundo japonés del manga y el anime. Es bimensual e incluye generosamente un DVD de anime, un póster, cartas u otros extras.


¡El anime japonés es el mejor! Para mí representa un nuevo mundo de optimismo”. Patrick Macias (de 37 años) es el editor de OTAKU USA y la fuerza que impulsa la cultura pop otaku en EEUU. En su revista lo cuenta como es.

Nacido en Sacramento, California, Macias veía anime japonés en la TV todos los días antes de ir a la escuela. Sus dibujos favoritos eran Space Battleship Yamato y Kagaku ninja tai Gatchaman. “Algunas cadenas ponían dibujos americanos al mismo tiempo, pero siempre eran historias de animales, aburridas y desfasadas. Los japoneses mostraban ciencia ficción y robots, apasionantes para cualquier niño”.

Él y sus amigos de clase se vieron envueltos en la moda del anime o, más bien, en su versión doblada al inglés. Ni siquiera sabían que estaban viendo producciones japonesas, Macias se enteró cuando su padre le llevó un día al barrio japonés de San Francisco. “Fue entonces cuando pensé que me encantaría viajar a Japón”.

Comenzó a estudiar japonés cuando iba al instituto, y acabó ignorando sus deberes para concentrarse en aprender katakana y hiragana (los dos “alfabetos” auxiliares japoneses) y estudiar las versiones originales de anime. Esto le llevó a otro descubrimiento: a menudo las versiones inglesas cambiaban un poco la historia o presentaban escenarios diferentes. Por ejemplo, se omitía una escena de lucha, o el sushi se cambiaba por pastel de chocolate. ¿Por qué? ¿Qué mensaje quería transmitir la versión original? Macias se metió en el mundo del anime como si fuera una misión de investigación.

“Por aquel entonces llegaron a EEUU obras maestras como Akira. El anime se hacía cada vez más interesante, y a mí me gustaba cada vez más”.

Tanto le gustaba que dejó la secundaria y se puso a trabajar como crítico cinematográfico. Después lo contrató un agente editorial de manga japonés, con lo que su carrera tomó la dirección exacta que él quería.

“Los otaku de EEUU, entre los que me incluyo, escapamos de la cultura conservadora americana. La inspiración nos llega del reino de la fantasía japonesa, donde el ideal de libertad es diferente”.

Su trabajo como editor de OTAKU USA lo lleva a menudo a Japón. Entonces visita Akihabara, la capital pop del anime, para enterarse de las últimas noticias. Sin embargo, sus lugares favoritos son los balnearios de aguas termales y Asakusa, un distrito de Tokio tradicionalmente tranquilo.

“Me atrae el Japón del pasado reciente, la empatía y expresividad de la era Showa (1926-1989). Es como estar en la otra cara de la moneda, donde la gente se siente atraída por las viejas películas norteamericanas y la libertad que representan. En los dos casos se trata de gente atraída por una cultura diferente”.

El mundo del pop otaku sirve para unir culturas distintas. El entusiasmo de Macias cuando habla de su tema favorito motivaría a cualquier japonés a querer descubrir algo nuevo en el mundo del anime.



Patrick Macias en la tienda de manga Mandarake de Nakano, Tokio. Dice que la tienda, con sus revistas de manga antiguas y nuevas, es como un museo y un emporio moderno a la vez.

Fuente: web-japan

1 comentario:

Anónimo dijo...

"Los japoneses mostraban ciencia ficción y robots, apasionantes para cualquier niño”

Pero de ahí a pasar a editar una revista sobre anime a los 37 años es raro; el anime actual se esta volviendo repetitivo por el exceso de Moe e historia rellenas como K-on y Naruto, creo que la animación americana puede tener una oportunidad si deja de copiar diseños para ponerlos en Ben 10 y Avatar